A lo largo de la vida hemos experimentado varias situaciones las cuales nos han afectado mucho o nos han alegrado la vida. Como es en el caso de María José que padecía de una
enfermedad la cual su padre dono el órgano vital de la vida su CORAZÓN para que
su hija pueda vivir. Este caso nos hace reflexionar cual es el verdadero valor
de la vida y los que realmente nos aman y puedan morir por nosotros,
como lo hizo Nuestro Padre Celestial al salvarnos del pecado. Por ello todo
ser humano debe de valorarse a si mismo, quererse y aceptarse como es, también, saber disfrutar cada momento de la vida que se nos presente y pensar antes de realizar cualquier cosa que nos pueda hacer daño a nosotros y a los que nos rodean.
Dar la vida por los demas es un sacrificio que nos demuestra el amor que pueda existir entre dos o mas personas como lo hizo nuestro DIOS PADRE al entregarse para salvarnos del pecado y asi poder vivir en gracia.
viernes, 27 de marzo de 2009
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